Planta de masa madre

El sistema está compuesto por un depósito de preparación con agitación, en donde se realiza de forma automática la receta. Posteriormente se trasvasa a varios tanques de fermentación, donde se dosifica a las amasadoras. Todo el sistema tiene CIP para garantizar la inocuidad del proceso.

Se añade al depósito de preparación harina y agua a partes iguales y los fermentos. Una vez homogenizada la mezcla se pasa a los depósitos de fermentación donde va a fermentar de forma controlada la mezcla durante un periodo determinado de tiempo hasta formar la masa madre. Una vez la masa madre lista, se ira dosificando a las amasadoras. Se consumirá la masa madre del depósito de fermentación hasta que reste un 10% de producto, el cual se dejará para el próximo proceso de fermentación. Luego en el depósito de preparación se va a añadir solamente agua y harina, se mezclará y se enviará al depósito de fermentación.

Para optimizar el proceso de fermentación es necesario un control preciso de la temperatura y pH.

Podemos diseñar plantas pequeñas que permiten la autoregeneración de la masa madre para una dosificación manual sin perder el control de los diferentes parámetros del proceso ni la automaticidad de las fases.

También disponemos de plantas medianas o grandes para un funcionamiento en continuo, ininterrumpido y autónomo. Estas plantas permiten el almacenaje de producto en la propia planta, dosificándolo automáticamente a la línea de producción sin necesidad de paradas para la limpieza. El equipo CIP incorporado posibilita la limpieza tanto de los equipos como de las líneas de trasiego y es posible instalar un sistema PIG para recuperar producto y minimizar el uso de agua del CIP. La planta completa está automatizada para realizar las diferentes fases de producción, controlando en todo momento valores como pH y temperatura.

La planta dispone de un depósito de preparación de pared simple con agitador para le mezcla de agua con harina y los depósitos de fermentación con agitador y cámara de calefacción, para mantener la temperatura requerida de fermentación.