Las mezclas permiten utilizar productos naturales, químicos o sintéticos. Esta versatilidad proporciona una gran cantidad de aplicaciones en campos como el alimentario, cosmético, farmacéutico y químico en general.
La variedad de productos con distintas viscosidades y la dificultad en la mezcla de sustancias no miscibles, o bien, de frágil estabilidad nos ha llevado a desarrollar un estudio del diseño de los equipos que puedan cumplir con estas especificaciones y procesos de fabricación.
Esta clase de equipos se utilizan para fabricar productos alimentarios, cosméticos o farmacéuticos en fase líquida o viscosa. Por ejemplo: salsas, patés, cremas, mermelada, batidos, jarabes, pomadas, geles, etc.
La homogeneidad del material obtenido por la mezcla es distinta en función del proceso, tipo del material y su viscosidad.
La mezcla tiene varios objetivos dependiendo de la naturaleza de los materiales: poner en contacto dos líquidos miscibles, disolución de sólido en líquido, dispersar un gas en un líquido, poner en contacto o dispersar dos líquidos no miscibles, favorecer la transferencia de calor entre una superficie y un líquido, dispersión de partículas finas en un líquido o emulsionar dos medios con o sin emulgente.